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lunes, 13 de junio de 2011

Horizontes Perdidos

Aquí, yo como siempre, quejándome de nuestra forma de ver las cosas. No sé ustedes pero yo desde muy joven (más, porque estoy “sardino”) tuve problemas con eso de las prioridades: mi papá se cansó de regañarme e inculcarme las cosas que eran importantes en la vida, mis profesores me miraban algo escépticos y yo los miraba a ellos más extrañado aún. Es que, al parecer, y prepárense para oír esto: “El placer está por detrás del oficio” ¿Ah? ¿Pueden creerlo? Suena ridículo ante mis oídos pero me he dado cuenta de que es toda una tendencia, al parecer nacemos con obligaciones y deberes, y no podemos disfrutar si no le hemos pagado a nuestra sociedad (y nunca terminaremos de pagarle).

Y bueno, es que yo lo veo de esta forma: “Trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar” me parece más lógico, más sencillo, más llevable… ¡Pero no! Esa no es la forma, al parecer toda tu crianza va encaminada para que busques un trabajo absorbente y en el proceso encuentres una mujer con quien tener hijos. Tener hijos y darles todo lo posible para que, cuando crezcan, tengan un trabajo… me parece como aburrida esa idea, y me pregunto: ¿dónde queda el placer? Ahh no Nicolás, el placer solo viene en su tiempo libre", y bueno, ¿cuándo tengo un tiempo libre? ¿Será que como ingeniero (y cito mi caso porque me queda imposible hablar sobre profesiones que no practico) me queda mucho tiempo? Mi jefe siempre esperara un proyecto de un día para otro, porque así podrá recibir más trabajos con los cuales tener más dinero y tener una mejor empresa y así recibir más trabajos y más dinero y más… y más… ¡Es un círculo vicioso! ¿En qué momento del proceso él (que espero que se convierta en yo, al menos como ambición profesional) se toma un mes de vacaciones? O se va de mochilero a recorrer Sudamérica, o ¿simplemente se ausenta? En mi caso me preocupa eso, no me gusta sentirme atado a las cosas, me gusta pensar que soy imprescindible y el día que yo no esté el mundo siga girando, irme a un concierto sin pensar que los del condominio necesitan planos para el lunes, quedarme durmiendo hasta las 2 p.m. sin pensar que me van a echar… ¡está bien! Si no trabajo no hay dinero, sin dinero no hay lujos… sin lujos toca buscar placeres más sencillos, pero mi idea utópica es buscar el balance entre responsabilidad y placer, siendo el único propósito de la responsabilidad el buscar más placer, porque para mí no existe otra razón válida para ser responsable, no existe otra razón para trabajar sino la búsqueda del placer. Si permito que el placer desaparezca de mi vida… ¿para qué carajos estoy trabajando? ¿Para vivir? Vivir no es tan difícil y con un sueldo muy básico de cualquier actividad de 6 horas diarias podría hacerlo, pero NO, yo decidí estudiar una ingeniería en busca de una mejor retribución económica, que me garantizara ¡MÁS PLACER! no más oficio.

Así que, futuros jefes y compañeros de trabajo, no esperen mucho sacrificio de mi parte… o, bueno, les daré todo mi tiempo y esfuerzo, cuando se me acabe la plata y necesite más para seguir gastándola en las cosas que me gustan.